Jimmy Valdez Osaku vuelve al poema, se ausculta y nos sacude con fuerza y desparpajo; cabalga adarga en ristre sobre su sobrio rocinante, urdiendo y desenmadejando entuertos; escribe, se describe. Nos desnuda. Una sombra que otea desde la ventana sondea solares y valdios; va de la mar al descampado cielo lleno de augurios y recelos. Poetiza, hace del poema un archipielago de sentimientos que desgarran la piel, desnudan, desestabilizan al lector.
Jimmy Valdez Osaku vuelve al poema, se ausculta y nos sacude con fuerza y desparpajo; cabalga adarga en ristre sobre su sobrio rocinante, urdiendo y d...