Pareceria, Palma, que al correr de la vida -al paso de las horas, los dias, los decenios-, tu imagen se alimenta de esa informe, esa leve y aleve materia que es el tiempo. Te veo alli sentada, aun te veo, sentada casualmente, platicando sonriente con Ennio aquella tarde, en un abril remoto que casi ya no ocupa lugar en la memoria. Era la vieja Roma, eran los anos jovenes -mis anos de estudiante- los cines de segunda, los suenos de primera, los amorios fugaces, los paseos nocturnos por el Pincio, las parejas de amantes a la luz de la luna. Era la epoca de la guerra ominosa de Vietnam y las...
Pareceria, Palma, que al correr de la vida -al paso de las horas, los dias, los decenios-, tu imagen se alimenta de esa informe, esa leve y aleve mate...