La noche que la azafata Lilian White y el piloto Richard Hernandez se conocieron fue catastrofica, en muchos sentidos. Esa noche ellos no buscaban el amor; ambos disfrutaban de su libertad y del sexo sin compromiso a plenitud. Pero, sin darse cuenta, sucumbieron en un juego peligroso. Pretender fue facil, dejar de hacerlo no tanto. Porque bien es conocido el dicho: El que juega con fuego se quema. Que pasa cuando juegas con el amor? Empatas, pierdes o ganas? Descubrelo en esta apasionante y sensual historia"
La noche que la azafata Lilian White y el piloto Richard Hernandez se conocieron fue catastrofica, en muchos sentidos. Esa noche ellos no buscaban el ...