Hacer un recorrido por la propia vida nos pone en contacto con multiples vivencias que han enriquecido nuestra historia. En este camino encontramos heridas y caricias que forman parte de nuestra persona. En la medida en que reconocemos las dificultades y potenciamos los experiencias positivas, nuestro ser personal crece hacia la madurez y felicidad plena. Nuestro encuentro con Jesucristo, nuestro Senor, nos da una clave siempre nueva para interpretar cada momento de nuestra vida."
Hacer un recorrido por la propia vida nos pone en contacto con multiples vivencias que han enriquecido nuestra historia. En este camino encontramos he...