Los esbirros inquisitoriales, acechan en las sombras de la trastienda democratica, amparados por el poder absolutista de los maestro de la teatralizacion, los Duenos de la Verdad; dispuestos a denunciar las voces discordantes que discrepen de los dogmas oficialistas. Hay "verdades" que no pueden ser cuestionadas, si uno no quiere recibir la amarga visita de la policia del pensamiento, que vigila las mentes blancas del eden gulag. Pocos son los insensatos que se atreven a alzar la voz, contra tamana injusticia. La mayoria, viven temerosos de las funestas consecuencias que les puede acarrear,...
Los esbirros inquisitoriales, acechan en las sombras de la trastienda democratica, amparados por el poder absolutista de los maestro de la teatralizac...