Eduardo-ito corre, salta, llora, rie, fuma, bebe, sufre, ama, como unoa mas de nosotroas. Es facil dejarse llevar por los caminos que aqui explora y acompanarlo con una sonrisa complice y un recuerdo sutil de limites imprecisos, fundiendose con los nuestros en una simbiosis dificil de controlar; hasta el punto de no poder distinguir muy bien donde comienza uno y donde se esconde el otro, mientras descendemos a toda velocidad, por la cuesta de una calle empinada de aquel pueblecito de nuestra infancia, brazos abiertos haciendo el avion; o persiguiendo un esquivo felino de piel grisacea,...
Eduardo-ito corre, salta, llora, rie, fuma, bebe, sufre, ama, como unoa mas de nosotroas. Es facil dejarse llevar por los caminos que aqui explora y a...