Somos un perfecto equilibrio entre lo terrenal y lo celestial. Un orden celeste y cosmico esencial. Somos la Tierra en la cual echamos nuestras raices y sembramos nuestro karma para cosechar la luz y conquistar el Amor para el Cielo. Somos el Cielo, nuestro calido hogar, que nos sostiene con hilos invisibles que mantienen a nuestro espiritu pendiendo y nunca lo suelta. Ese finisimo entramado espiritual es lo que realmente somos. Y esa suspension celeste es lo que nos ampara en el transito humano, incluso hasta la misma muerte transfiere a cada orden su parte: a la Tierra los despojos y la...
Somos un perfecto equilibrio entre lo terrenal y lo celestial. Un orden celeste y cosmico esencial. Somos la Tierra en la cual echamos nuestras raices...