--Benditos seamos los mexicanos, de derrota en derrota hemos abierto las puertas de la victoria definitiva. Se inicia la era de la razon, nuestro Siglo de las Luces. --Y por cuanto tiempo? --pregunto Guillermo Prieto, el airecillo ramplon de la tarde le sacudia la cabellera leonada. Ignacio Ramirez, llamado por sus amigos y enemigos El Nigromante, dudo; durante un instante se meso la dispareja barba de chivo. Prieto no lo dejo seguir pensando: --Perdon por mi ataque de pesimismo. Acaso importa? Un segundo de fulgor, diez minutos, dos anos... Y luego a volver a empezar. No es ese el destino de...
--Benditos seamos los mexicanos, de derrota en derrota hemos abierto las puertas de la victoria definitiva. Se inicia la era de la razon, nuestro Sigl...