Casi todos los biografos de Clarin vienen a estar de acuerdo en este punto: su caciquismo literario, algo tiranico. Desde su retiro de Oviedo llega a hacerse temer y respetar en Madrid y se da a conocer en Europa y en America. Fue un provinciano universal, aunque su ciudad, Oviedo, nunca comprendio su universalidad. Se le consideraba como un hombrecillo nervioso y miope, que daba clases en la Universidad y que por las tardes jugaba al tresillo en el Casino. Los estudiantes lo temian por su severidad y la sociedad lo consideraba un ateo liberal."
Casi todos los biografos de Clarin vienen a estar de acuerdo en este punto: su caciquismo literario, algo tiranico. Desde su retiro de Oviedo llega a ...