Alejandro Espinosa repite el exito de "El Legionario" con una descripcion profunda y picara del picaro por excelencia y gran ilusionista, el Rev. Marcial Maciel, fundador de la orden religiosa catolica de los Legionarios de Cristo. El autor fue uno de los primeros "discipulos" de Maciel, personaje enigmatico, astuto y manipulador quien desde la juventud ejercio su magia y logro encantar a un gran numero de jovenes generosos e idealistas. Alejandro preadolescente, como otros de su generacion, fue iniciado por Maciel en la intimidad sexual y formo parte de lo que el mismo autor llama "el haren"...