Ven, amemos la plenitud de una aurora sin prisas, sin llantos, ni angustias, ni demoras. Dame tu mano fuerte que a la vida nos empuje nuevamente para confundirnos con la lluvia, con el viento o con la muerte.
Ven, amemos la plenitud de una aurora sin prisas, sin llantos, ni angustias, ni demoras. Dame tu mano fuerte que a la vida nos empuje nuevamente para ...