No me guia, al componer este anecdotario, ningun resentimiento contra los medicos y la Medicina, ni tampoco ningun deseo malsano de zaherir una profesion respetable. Podria escudarme en la frase tan profusamente repetida de que "hablo contra los malos medicos, no contra los buenos," pero ni siquiera esto seria verdad. Existen malos medicos, como existen malos abogados, malos literatos, sacerdotes, pintores, basureros, albaniles, hombres y mujeres. Pero por obvio se supone que no se les va a alabar. Este libro esta escrito por un coleccionista de anecdotas dotado de buen humor y dedicado a las...
No me guia, al componer este anecdotario, ningun resentimiento contra los medicos y la Medicina, ni tampoco ningun deseo malsano de zaherir una profes...