ISBN-13: 9786202147309 / Hiszpański / Miękka / 2018 / 80 str.
En el inicio del mundo todo era lava hirviendo pero no existía fuego; faltaba el componente esencial, el oxígeno. Pasado el tiempo y con las primeras formas de vida productoras de oxígeno, se generaron las condiciones propicias para la aparición del fuego, que al poder ser controlado facilitó las condiciones para la cocción de los alimentos; así, se requirió menos trabajo digestivo y por ende las asas intestinales absorbían más nutrientes con menos esfuerzo, condicionando más flujo sanguíneo cerebral y mayor volumen del encéfalo. Entonces vida, nutrición y fuego siempre irán de la mano, ya sea en un círculo virtuoso o en uno vicioso; dependerá de nuestro intelecto modificar los factores causales. Por fortuna para el médico, la mayoría de las personas que sufren quemaduras son niños, jóvenes o personas sanas con actividad laboral, ya que carecen de patologías que empeorarían el pronóstico y además tienen buen estado nutricional previo a la lesión por quemadura. Pero, ¿qué pasa cuando esta agresión sucede en personas ancianas con patologías pre existentes o en personas con desnutrición de moderada a severa? // Agradecimientos a nuestro colaborador, Lic. RAMÓN RENÉ ALMADA VALENZUELA.