ISBN-13: 9783659013409 / Hiszpański / Miękka / 2012 / 148 str.
La presente obra explora el siempre dificil tema de las relaciones entre la Iglesia y el Estado. Se concibe a la "Iglesia" no en el sentido confesional sino, genericamente, como ambito religioso . Tomando como marco referencial la teoria de la justicia planteada por Michael Walzer -filosofo estadounidense representante del "comunitarismo"- y, particularmente sus obras Spheres of Justice y The Revolution of the Saints, el doctor Alberto F. Roldan analiza las relaciones entre la Iglesia y el Estado en tres esferas conflictivas: la gracia divina en tanto factor politico -ilustrado en Lutero, Calvino y los puritanos- la seguridad/el bienestar -que implica el dificil tema de las "guerras santas"- y, finalmente, la educacion. En todos los casos, se trata de alcanzar una justicia distributiva entendida como equidad. En sus conclusiones, el autor sostiene que, mas alla del hecho de que tanto la Iglesia como el Estado deben ejercer "el arte de la separacion," ambas esferas estan llamadas a contribuir al bien comun de las sociedades actuales fuertemente signadas por el pluralismo."
La presente obra explora el siempre difícil tema de las relaciones entre la Iglesia y el Estado. Se concibe a la "Iglesia" no en el sentido confesional sino, genéricamente, como ámbito religioso . Tomando como marco referencial la teoría de la justicia planteada por Michael Walzer -filósofo estadounidense representante del "comunitarismo"- y, particularmente sus obras Spheres of Justice y The Revolution of the Saints, el doctor Alberto F. Roldán analiza las relaciones entre la Iglesia y el Estado en tres esferas conflictivas: la gracia divina en tanto factor político -ilustrado en Lutero, Calvino y los puritanos- la seguridad/el bienestar -que implica el difícil tema de las "guerras santas"- y, finalmente, la educación. En todos los casos, se trata de alcanzar una justicia distributiva entendida como equidad. En sus conclusiones, el autor sostiene que, más allá del hecho de que tanto la Iglesia como el Estado deben ejercer "el arte de la separación", ambas esferas están llamadas a contribuir al bien común de las sociedades actuales fuertemente signadas por el pluralismo.