ISBN-13: 9781515279051 / Hiszpański / Miękka / 2015 / 172 str.
Esta no es una historia cualquiera, sino que el relato de un sueno hecho realidad. Principalmente, de dos visionarios, de dos hombres, de dos heroes, como muchos de los que existieron en la Grecia Antigua. Y como los que pusieron en marcha las condiciones para que el olimpismo antiguo se retomara de nuevo en los tiempos modernos, en Atenas 1896. Y de algunas mujeres de caracter que han estado junto a ellos y tambien de algunos amigos fieles que nunca los han abandonado. Lucharon por un ideal y lograron hacerlo realidad en su tierra, Cantabria, asi como en Espana. Y no solo eso: consiguieron, a fuerza de mucho pundonor, sacrificios, desenganos y momentos dificiles, que nuestro pais se convirtiera en un punto de referencia para quienes practican el ultrafondo en el mundo. Muchas han sido las dificultades e incontables los momentos de lucha contra los molimos de viento y de cierta decepcion. Sin embargo, toda empresa que se precie de serlo se halla sujeta a estos vaivenes. La clave esta en ser mas fuerte y superarlos, como los hombres y mujeres de este libro (y sus amigos y amigas), lo han hecho: Los Soto, la leyenda continua... Pero si enormes han sido los obstaculos, no menos la gloria. Porque el hombre de quien les hablo en este libro, Jose Antonio Soto Rojas (y su hijo Soto Conde) dejara una huella en el deporte espanol de las largas distancias que, sin duda, recordaran con admiracion las generaciones venideras. Y asi sabran que hubo una vez tambien heroes de carne y hueso sobre la faz de la Tierra. Personas que han dado su vida por la causa, que lo han sacrificado casi todo, que han renunciado a muchas comodidades a cambio de un fin tan noble como la instauracion y el desarrollo de los 100 Km. en Cantabria y Espana. Donde no ha faltado una entrega sin limites: desde el siempre necesario protocolo, hasta la colocacion de vallas y publicidad o el hacer de taxistas, como cuando Soto Conde en el ano 2002 fue a buscar con su coche al aeropuerto de Bilbao al presidente de la IAU, Mr. Campbell, pincho cerca ya de Santander y tuvo que extraer del vehiculo todas las maletas del dignatario ingles para la cuneta de la calzada, al objeto de poder cambiar adecuadamente la rueda. Por lo tanto me gustaria que supiesen de antemano que este no es, ni mucho menos, un libro corriente, ya que los heroes tampoco lo son..."