ISBN-13: 9781544267135 / Hiszpański / Miękka / 2017 / 34 str.
ISBN-13: 9781544267135 / Hiszpański / Miękka / 2017 / 34 str.
Se conoce como la Era de la Prohibicion en Estados Unidos al periodo que va de 1920 a 1933, pero sus antecedentes y legado son tan extensos, que sin duda el tema corre adherido a lo largo de toda la historia del pais, desde sus primeros anos como nacion independiente hasta la actualidad. Durante trece anos se intento convertir por la fuerza a todo un pais en una nacion de no bebedores; fue el reventar de un ola que se habia ido formando lentamente hasta explotar en 1920, y una vez pasada, sus efectos continuaron sintiendose durante el resto del siglo XX. Incluso hoy en dia, la prohibicion del alcohol en el pais consagrado a la libertad sigue teniendo lecciones importantes que ensenarnos. La 18a Enmienda que convirtio la iniciativa en ley constitucional, y el Acta Volstead que pormenorizaba su aplicacion, no surgieron de la nada; no fue una ocurrencia electoral ni una batalla rapida y sorpresiva de un grupo de interes que tomo al otro desprevenido. En realidad la Ley Seca fue el resultado de casi un siglo de adoctrinamiento y lucha entre dos posturas politicas y sobre todo morales: la de quienes apoyaban la Prohibicion, los llamados "secos," y quienes se oponian a ella, en parte por considerar que no era incumbencia del gobierno condicionar la libertad de la persona, los llamados "humedos." Los primeros creian que la prohibicion de licores, bebidas embriagantes y salones (o cantinas) era una medida necesaria para erradicar los grandes males que ya eran parte de la vida de la nacion: esposos embriagados y violentos, accidentes laborales debido al alcoholismo, hogares destrozados, esposas maltratadas y patrimonio familiar echado a volar en un solo dia. Los humedos defendian una industria legitima que brindaba empleos e impuestos; les preocupaban los grandes intereses economicos que se verian afectados; recordaban el respeto a la sacrosanta libertad individual y sobre todo, hacian notar lo extrano que era que el gobierno determinara lo que alguien podia ingerir o no. Especialmente porque, desde el inicio, el alcohol habia sido parte inseparable de la cultura norteamericana: desde los salones del Lejano Oeste, los campos de uva de los valles de California, las mesas de los hogares de todo el pais, hasta las cantinas de las grandes ciudades donde la clase trabajadora se reunia para hablar sobre politica. Ello sin tomar en cuenta otros ambitos en los que la cultura del vino resultaba un elemento esencial: el desarrollo de las artes -sobre todo la musica y la literatura-, la cohesion social y la economia.