ISBN-13: 9781326491260 / Hiszpański / Twarda / 2015 / 264 str.
La Santa Inquisicion se valia antes del ano 1586 de la persona Pedro Cachopo, escribano del valle de Ricote, para asi poder llegar al sujeto en cada rincon del territorio del valle. Extrano es el hecho de que el inquisidor Hernando Manrique - en otros sitios le llaman Jeronimo Manrique - tuvo una casa en Blanca. Porque quiso vivir este inquisidor justamente entre los moriscos blanquenos? Este inquisidor fue denunciado por cohecho al recibir numerosos regalos; sobre todo, puercos, jabalis, pescados, salchichones y ropas. Tampoco era hombre que cumplia con su obligacion de visitar carceles cada quince dias. Que justicia podian esperar los moriscos del valle de un personaje asi de la Santa Inquisicion de Murcia? Cuantas reuniones no ha tenido el odioso escribano, Pedro Cachopo con el inquisidor Manrique? No lo sabemos, pero conociendo ya mejor a Cachopo deberian haber sido muchisimas, pues de otra forma no se puede explicar la calamidad que estaba por venir al valle."
La Santa Inquisición se valía antes del año 1586 de la persona Pedro Cachopo, escribano del valle de Ricote, para así poder llegar al sujeto en cada rincón del territorio del valle. Extraño es el hecho de que el inquisidor Hernando Manrique - en otros sitios le llaman Jerónimo Manrique - tuvo una casa en Blanca. ¿Porqué quiso vivir este inquisidor justamente entre los moriscos blanqueños? Este inquisidor fue denunciado por cohecho al recibir numerosos regalos; sobre todo, puercos, jabalís, pescados, salchichones y ropas. Tampoco era hombre que cumplía con su obligación de visitar cárceles cada quince días. ¿Que justicia podían esperar los moriscos del valle de un personaje así de la Santa Inquisición de Murcia? ¿Cuántas reuniones no ha tenido el odioso escribano, Pedro Cachopo con el inquisidor Manrique? No lo sabemos, pero conociendo ya mejor a Cachopo deberían haber sido muchísimas, pues de otra forma no se puede explicar la calamidad que estaba por venir al valle.