ISBN-13: 9789876800600 / Hiszpański / Miękka / 2012 / 302 str.
No me deprimo porque no tengo tiempo para ello, es tan vacuo como decir que no padezco de cancer porque soy medico. Melancolia, tristeza, depresion, confusos e indefinibles terminos que pueden significar o no lo mismo, sin ser tangible no por ello deja de ser una condicion real y sensible para quienes al nacer tuvieron la suerte de traerla en sus celulas, dentro de la cabeza, en su espiritu, alma, o como se le quiera llamar. Esa especial condicion genetica es la que hace ver al mundo que nos rodea de una manera distinta al resto de los mortales. Es probable que las vivencias propias -segun hayan sido buenas o malas- determinen en algo la graduacion de un estado depresivo, pero resulta insolito que un hecho que suponga alegria para la mayoria de los seres humanos, ocasione llanto y dolor en otras. Caso contrario, un suceso traumatico que para muchos pasa desapercibido o sin valor ante determinados individuos. He alli el dilema: para los neofitos y tartufos que pululan por miles en nuestro vasto planeta es facil creer en algo que no ven y no creer en algo que es visible; tal criterio los hace refractarios, totalmente impenetrables a la hora de entender el extrano universo de los deprimidos.
Asegurar que el mundo esta lleno de cosas maravillosas ya hechas y miles por hacer o que debemos ocuparnos fisica y mentalmente hasta el agotamiento, mantener una actitud positiva ante la cantidad de situaciones diarias que nos lastiman y abruman profundamente, hacer el bien al projimo, creer en Dios, tener fe y ser agradecido, para poder disfrutar de la cuota de felicidad que nos pertenece por mandato divino sin caer en estados depresivos, me parece absurdo. Sin ser creyente prefiero aceptar al Genesis cuando senala que por obedecer la voz de la mujer y comer del arbol prohibido, maldita sera la tierra por tu causa; con dolor comeras de ella todos los dias de tu vida, espinos y cardos te producira; con el sudor de tu rostro comeras el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado. En ello consiste el vivir. El perdon de los pecados en nada ha mejorado el circulo vivencial de los desquiciados mentales.