ISBN-13: 9789803653668 / Hiszpański / Miękka / 2016 / 466 str.
ISBN-13: 9789803653668 / Hiszpański / Miękka / 2016 / 466 str.
Este libro contiene una afortunada colecciOn de diferentes textos elaborados por el Secretario General de la OrganizaciOn de los Estados Americanos, OEA, Luis Almagro, entre 2015 y 2016 en relaciOn a la situaciOn en Venezuela. Los mismos han sido hechos pUblicos como cartas, comunicados, intervenciones ante el Consejo Permanente de la OEA, simposios o conferencias. Su comUn denominador es la indeclinable defensa de la democracia y los derechos humanos con el telOn de fondo de la acuciante alteraciOn del orden constitucional y ruptura institucional en Venezuela. En una de sus intervenciones el aNo anterior Almagro expresO "Como Secretario General de la OEA, soy gobierno y soy oposiciOn. Debo ser el mAs acErrimo defensor de derechos, debo ser el mAs pobre en tErminos econOmicos, debo ser el que sufre la desigualdad desde abajo, debo ser el que no tiene voz o aquel cuya voz no es escuchada. Debo ser el discriminado, debo ser el que sufre de antisemitismo, debo ser el que sufre la exclusiOn por ser indIgena o afrodescendiente, debo ser el que no puede decidir. Debo ser el que sufre la falta de protecciOn de derechos civiles, o polIticos o econOmicos o sociales y culturales. La estructura de la SecretarIa General de la OEA no puede estar sin instrumentos esenciales a la hora de promover la igualdad y la equidad." Su lema, MAs derechos para mAs gente, tiene aplicaciOn prActica en este y otros casos emblemAticos en los que se ha involucrado la SecretarIa General de la OEA bajo su liderazgo. Es imposible concebir una sociedad moderna que pueda avanzar en pos de su desarrollo integral, si la misma no tiene como norte el respeto por la institucionalidad, la separaciOn efectiva de poderes, asI como la liberaciOn de todos los presos polIticos. Un obstAculo esencial en el caso de Venezuela lo representa el afAn gubernamental por impedir la expresiOn de la gente a travEs del voto como opciOn vAlida para solucionar la crisis. Contrariamente, en la visiOn de Almagro el derecho constitucional al voto y a escuchar a los ciudadanos representa una constante insoslayable en su prEdica democrAtica. Como lo menciona en el prOlogo AsdrUbal Aguiar: "Se trata, justamente, de los aNos en los que toman cuerpo y se agravan las alteraciones graves al orden constitucional y democrAtico en el citado paIs. Y ello representa un desafIo, no solo a las responsabilidades institucionales que tiene el Secretario de la OEA sino a la vigencia misma de la doctrina democrAtica comUn que decanta en las AmEricas y comparten de manera unAnime sus distintos Estados y gobiernos, constante en la Carta DemocrAtica Interamericana de 2001." Queda asI este importante documento histOrico que serA referente inmediato no sOlo para los protagonistas y seguidores de la polItica regional e internacional, sino para los acadEmicos, estudiantes, periodistas y, en general, para cualquier persona que comparta la prioridad en la defensa y promociOn de la democracia en las AmEricas.
Este libro sobre Los documentos de Luis Almagro, es la segunda edición actualizada del publicado en 2016, que contiene una afortunada colección de diferentes textos elaborados por el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, OEA, Luis Almagro, entre 2015 y 2017, en relación a la situación de ruptura del orden democrático que se ha producido en Venezuela, en violación de la Carta Democrática Interamericana, y que ha originado la necesidad de plantearla ante el Consejo Permanente de la Organización.. Los mismos han sido hechos públicos como cartas, Informes, comunicados, e intervenciones ante el Consejo Permanente de la OEA, simposios o conferencias. Su común denominador es la indeclinable defensa de la democracia y los derechos humanos con el telón de fondo de la acuciante alteración del orden constitucional y ruptura institucional en Venezuela.En una de sus intervenciones ya en 2015 Almagro expresó: “Como Secretario General de la OEA, soy gobierno y soy oposición. Debo ser el más acérrimo defensor de derechos, debo ser el más pobre en términos económicos, debo ser el que sufre la desigualdad desde abajo, debo ser el que no tiene voz o aquel cuya voz no es escuchada. Debo ser el discriminado, debo ser el que sufre de antisemitismo, debo ser el que sufre la exclusión por ser indígena o afrodescendiente, debo ser el que no puede decidir. Debo ser el que sufre la falta de protección de derechos civiles, o políticos o económicos o sociales y culturales. La estructura de la Secretaría General de la OEA no puede estar sin instrumentos esenciales a la hora de promover la igualdad y la equidad".Su lema, Más derechos para más gente, tiene aplicación práctica en este y otros casos emblemáticos en los que se ha involucrado la Secretaría General de la OEA bajo su liderazgo. Es imposible concebir una sociedad moderna que pueda avanzar en pos de su desarrollo integral, si la misma no tiene como norte el respeto por la institucionalidad, la separación efectiva de poderes, así como la liberación de todos los presos políticos. Un obstáculo esencial en el caso de Venezuela lo representa el afán gubernamental por impedir la expresión de la gente a través del voto como opción válida para solucionar la crisis. Contrariamente, en la visión de Almagro, el derecho constitucional al voto y a escuchar a los ciudadanos representa una constante insoslayable en su prédica democrática.Como lo menciona en la presentación Asdrúbal Aguiar: “Se trata, justamente, de los años en los que toman cuerpo y se agravan las alteraciones graves al orden constitucional y democrático en el citado país. Y ello representa un desafío, no solo a las responsabilidades institucionales que tiene el Secretario de la OEA sino a la vigencia misma de la doctrina democrática común que decanta en las Américas y comparten de manera unánime sus distintos Estados y gobiernos, constante en la Carta Democrática Interamericana de 2001.”Queda así este importante documento histórico que será referente inmediato no sólo para los protagonistas y seguidores de la política regional e internacional, sino para los académicos, estudiantes, periodistas y, en general, para cualquier persona que comparta la prioridad en la defensa y promoción de la democracia en las Américas.