ISBN-13: 9783847361268 / Hiszpański / Miękka / 2012 / 108 str.
Como abordar una comunidad que recupere los legados comprometidos con la experiencia otra de la responsabilidad etico-politica; con la afirmacion infinita de la justicia; con la comprension de que nadie puede salvarse sin los otros; y, recibir al que llega incondicionalmente? El libro propone rastrear las violencias soterradas que anidan en la etica de la alteridad para perturbar la politica fundada en el "reparto por numero" de la comunidad. Comunidad por venir en la que el testimonio del otro pone en juego su limite, la interrumpe y la impele a la apertura, la arroja a la exigencia politica de inscribir el nosotros en una resistencia infinita. La mejor parte de nosotros esta depositada en el otro. Quiza, por ello, lo que convoca a la comunidad es el fuera de si, la juntura habitada por la "comunidad de quienes no tienen comunidad," el espacio inasible porque no se deja apropiar. El fuera de si, impregnado de una suerte de caracter lunar, es el sol que hace brillar por reflejo a la comunidad; es el uno que permanece siendo otro para todos los demas; es la ausencia de todo centro que resiste a la inmanencia de la comunion, pero no a la responsabilidad por el otro, a lo por venir.
¿Cómo abordar una comunidad que recupere los legados comprometidos con la experiencia otra de la responsabilidad ético-política; con la afirmación infinita de la justicia; con la comprensión de que nadie puede salvarse sin los otros; y, recibir al que llega incondicionalmente? El libro propone rastrear las violencias soterradas que anidan en la ética de la alteridad para perturbar la política fundada en el "reparto por número" de la comunidad. Comunidad por venir en la que el testimonio del otro pone en juego su límite, la interrumpe y la impele a la apertura, la arroja a la exigencia política de inscribir el nosotros en una resistencia infinita. La mejor parte de nosotros está depositada en el otro. Quizá, por ello, lo que convoca a la comunidad es el fuera de sí, la juntura habitada por la "comunidad de quienes no tienen comunidad", el espacio inasible porque no se deja apropiar. El fuera de sí, impregnado de una suerte de carácter lunar, es el sol que hace brillar por reflejo a la comunidad; es el uno que permanece siendo otro para todos los demás; es la ausencia de todo centro que resiste a la inmanencia de la comunión, pero no a la responsabilidad por el otro, a lo por venir.