ISBN-13: 9781463331313 / Hiszpański / Miękka / 2012 / 204 str.
Se podria pensar que vincular la obra maestra "Cien anos de soledad" de Gabriel Garcia Marquez con cuestiones teologicas seria una locura. Sin embargo, en la novela del colombiano -como lo senalara Joaquin Marco en su Estudio introductorio a "Cien anos de soledad"- "Aparecen abundantes elementos religiosos propios de la liturgia catolica" que sugieren que no se trata de una simple casualidad; al contrario, todo parece que dichas referencias se dan con toda intencion. En el presente trabajo, Ernesto Garcia Uranga toma su lupa y emprende una busqueda de las referencias a dogmas y devociones catolicos presentes en "Cien anos de soledad." Usando como aval a la Teologia historica para justificar sus argumentos, el investigador se da a la tarea de demostrar que el novelista sudamericano desmitifica, de una manera deliberada, por medio de la parodia, ciertos dogmas y devociones impuestos a los creyentes catolicos por el Magisterio de la Iglesia. En este ensayo de ninguna manera se sugiere que dichos dogmas y devociones deben ser eliminados de la cultura religiosa catolica; en su lugar, Garcia Uranga deja en claro que, segun lo entiende, la verdadera finalidad de la desmitificacion que lleva a cabo Gabriel Garcia Marquez en "Cien anos de soledad" es la de conferir a los mencionados dogmas y devociones una interpretacion mas humana y menos divina a la luz de la justicia social, pues en su forma actual carecen de verdadero significado para el piadoso catolico, y, lo que es aun mas grave, no encuentran apoyo en las Sagradas Escrituras. "Se requiere," dice el autor de este estudio -citando al decano de la Teologia moral catolica, profesor Bernard Haring- "de un luto por parte de la Iglesia, de la cabeza y sus miembros, por tantas doctrinas falsas que son constantemente reafirmadas." De lo contrario, si el Vaticano continua haciendo gala de su terquedad, anteponiendo el Derecho canonico a los Evangelios para la conduccion de la Iglesia, se expone a que muchos catolicos simplemente le den la espalda. De ahi que sea imprescindible, remata el estudioso, que la Iglesia entienda, como lo puntualiza Leonardo Boff, que "el espiritu de la modernidad no se orienta por la autoridad, sino por la participacion." En estos momentos de cambio las ovejas rehusan permanecer quietas en su redil, ya no se les puede obligar a que crean ciegamente. De ahi que se da por sentado que "Los seres humanos libres" -como indica Mary E. Hines- "tienen el derecho a razones claras por las cuales se les exige creer."