ISBN-13: 9783659012549 / Hiszpański / Miękka / 2012 / 160 str.
En la actualidad se ha avanzado en el reconocimiento de los derechos de las personas con padecimiento mental. En Argentina, como en otros paises, se plantea como desafio la forma en que se garantizan los derechos humanos de las personas que han sido total o parcialmente externadas. Este libro analiza el tema desde una aproximacion intercultural que considera a los derechos humanos como universales, inherentes a la persona, sistemicos y contextuales. Para esto se construye un caso tipico que examina las relaciones que se establecen entre las familias, los agentes de la salud y de la justicia en torno a las personas con padecimiento mental. La investigacion se propone contribuir a las bases para la formulacion de Politicas tendientes a la realizacion del Derecho Humano a la Salud Mental. El caso construido demuestra que este derecho se "desgarantiza" si las instituciones actuan de manera aislada una de la otra para alcanzar sus objetivos y las familias quedan como las unicas responsables de coordinar los esfuerzos y recursos."
En la actualidad se ha avanzado en el reconocimiento de los derechos de las personas con padecimiento mental. En Argentina, como en otros países, se plantea como desafío la forma en que se garantizan los derechos humanos de las personas que han sido total o parcialmente externadas. Este libro analiza el tema desde una aproximación intercultural que considera a los derechos humanos como universales, inherentes a la persona, sistémicos y contextuales. Para esto se construye un caso típico que examina las relaciones que se establecen entre las familias, los agentes de la salud y de la justicia en torno a las personas con padecimiento mental. La investigación se propone contribuir a las bases para la formulación de Políticas tendientes a la realización del Derecho Humano a la Salud Mental. El caso construido demuestra que este derecho se "desgarantiza" si las instituciones actúan de manera aislada una de la otra para alcanzar sus objetivos y las familias quedan como las únicas responsables de coordinar los esfuerzos y recursos.