ISBN-13: 9781910621530 / Hiszpański / Miękka / 2016 / 190 str.
ISBN-13: 9781910621530 / Hiszpański / Miękka / 2016 / 190 str.
" Cuanto la amaba Era joven, pura, candida, como nube en cielo abrileno. El pastor la miraba con mucho amor, pensando en el mucho bien que podia hacerle y en el mucho amor que de ella podia recibir. Y ella lo abandona... Es que ha pasado, a lo largo del camino que bordea los pastos, un tentador. con un abrigo de mil colores y un cinturon de oro del que penden cascabeles, melodiosos cual canto de ruisenor, y ampollas de esencias embriagadoras... y en sus manos un turibulo brillante de gemas que emana un humo que es hedor y perfume al mismo tiempo, pero que enajena; de la misma forma que los tornasoles de las joyas deslumbran. Pasa cantando mientras deja caer punados de una sal que brilla en el camino oscuro... Noventa y nueve ovejas miran, pero permanecen donde estan; la oveja numero cien, la mas joven y estimada, da un salto y desaparece en pos del tentador. El pastor la llama pero va mas veloz que el viento para tratar de alcanzar al que ha pasado. Para mantenerse durante la carrera, gusta aquella sal, ese le produce un extrano delirio que la abrasa que hace que los pobres ovejas anhela para las aguas fria de los profundos tonos verdes de la selva. Y siguiendo el tentador se adentra en el bosque y trepa y baja y cae... una, dos, tres veces; cada vez, siente alrededor de su cuello el legamoso abrazo de los reptiles et sediento, bebe aguas contaminadas; et hambriento, come hierbas brillantes por las repugnantes babas que las cubren. El pastor bueno deja cerradas en lugar seguro a las noventa y nueve fieles y se pone en camino y no se detiene hasta que encuentra huellas de la oveja perdida. El lo llama en voz alta, pidiendo pidiendo el viento para llevar a su llamado a ella y la ve desde lejos, ebria, atrapada entre las roscas de los reptiles, tan ebria que no se siente nostalgia por el hombre que ama, antes bien lo injuria, culpable de haber entrado como ladrona, la morada de otras personas, tan culpable que no se atreve ya a mirarlo... Mas embargo, el pastor no se cansa siguiendo sus huellas y llorando cuando los pierde; mechones de lana, pedazos de alma; huellas de sangre, delitos diversos; porquerias, pruebas de su lujuria, pero el sigue y alcanza. Ah, te he encontrado, amada Te he alcanzado Cuanto camino he recorrido por ti, para conducirte de nuevo al redil No agaches la frente humillada. Tu pecado esta sepultado en mi corazon. Ninguno lo conocera, excepto Yo, y te amo. Te defendere de las criticas de los demas, te cubrire con el escudo de mi propia persona contra las piedras de tus acusadores. Ven. Estas herida? Ensename tus heridas Las conozco, pero quiero que me las muestres con la confidencia que tenias conmigo cuando eras pura y me mirabas a mi, pastor y dios tuyo, con mirada inocente... Aqui estan. Que profundas son Quien te ha hecho estas heridas tan profundas en el fondo del corazon? Fue el tentador, lo se, el que no tiene ni bordon ni hacha, pero con su mordisco envenenado hiere mas a fondo, y sus falsas gemas de su turibulo, las que te han seducido con sus resplandores y que en realidad eran piedras de azufre infernales, sacadas a la luz para abrasarte el corazon. Mira cuantas heridas, cuantas vedijas arrancadas, cuanta sangre Cuantas zarzas Oh, pobre, pequena alma ilusa Dime: Si te perdono, me amaras todavia? Dime: Si tiendo a ti mis brazos, vendras? Tu llanto con el mio lavaran las huellas de tu pecado. Yo, para nutrirte -porque estas consumida por el mal que te ha abrasado-, me abro el pecho, me abro las venas, y te digo: " Nutrete Y vive ." Ven, te tomare en mis brazos. Olvidaras todo lo sucedido en esta hora desesperada..."