ISBN-13: 9783847365235 / Hiszpański / Miękka / 2012 / 84 str.
Todo el conocimiento que tenemos sobre las antiguas culturas de Mesoamerica ha sido a traves de sus restos materiales, y de los testimonios de la palabra escrita. No obstante, de una de las manifestaciones fundamentales de toda cultura como lo es la musica, tan sutil y tan efimera, no sabemos nada. Conocemos sus restos materiales y su descripcion en la palabra escrita, pero de su realidad sonora viva no ha quedado vestigio. La musica siempre ha ejercido una fascinacion en el hombre, y se le ha valorado por sus atributos, por su capacidad enigmatica, y su poder de influjo sobre el que la escucha. Pero gracias a estos mismos atributos, considerados como seduccion satanica y sancionados por la Iglesia desde la Edad Media, la entonacion del canto ritual de los pueblos de Mesoamerica se extinguio, dejando tras de si solo relatos, efigies e instrumentos. De su extincion se encargaron no solo los conquistadores, sino tambien las ordenes de misioneros y el Sto. Oficio de la Inquisicion, constituyendose su destruccion en parte medular de la conquista espiritual de Mesoamerica."
Todo el conocimiento que tenemos sobre las antiguas culturas de Mesoamérica ha sido a través de sus restos materiales, y de los testimonios de la palabra escrita. No obstante, de una de las manifestaciones fundamentales de toda cultura como lo es la música, tan sutil y tan efímera, no sabemos nada. Conocemos sus restos materiales y su descripción en la palabra escrita, pero de su realidad sonora viva no ha quedado vestigio. La música siempre ha ejercido una fascinación en el hombre, y se le ha valorado por sus atributos, por su capacidad enigmática, y su poder de influjo sobre el que la escucha. Pero gracias a estos mismos atributos, considerados como seducción satánica y sancionados por la Iglesia desde la Edad Media, la entonación del canto ritual de los pueblos de Mesoamérica se extinguió, dejando tras de sí sólo relatos, efigies e instrumentos. De su extinción se encargaron no sólo los conquistadores, sino también las órdenes de misioneros y el Sto. Oficio de la Inquisición, constituyéndose su destrucción en parte medular de la conquista espiritual de Mesoamérica.