ISBN-13: 9781505287707 / Hiszpański / Miękka / 2014 / 396 str.
La manzana picante El Pais, Espana. Big Banana, cuyo titulo tiene un inequivoco olor a comedia, sutil y, no obstante, lleno de fuertes componentes aromaticos. No se trata de una parodia insignificante el que dentro de la Gran Manzana, crezcan plantas propias de Latinoamerica: la inmigracion hispana crea barrios y guetos en los que se habla espanol y se vive un poco a espaldas de la eficiencia anglosajona. En los platanares del sur del Bronx, se trabaja para vivir y se vive para charlar, tomar cafe, bailar, como si siempre hiciera calor, como si la temperatura sexual fuera siempre felizmente alta. Se podria decir que Roberto Quesada ha inventado una historia de amor y de amistad, de mitos y de suenos, pero, aunque es asi, hay que inclinarse por considerarla una novela de atmosfera, de clima. En realidad, todo lo que sucede pasa a un segundo plano, dominado por la capacidad del autor para describir un mundo de mestizajes, en el que la alegria de vivir es la unica sena de identidad que no puede desaparecer en la integracion a una nueva sociedad. Eduardo Lin abandona Tegucigalpa para emprender una carrera de actor latino en Estados Unidos; lleno de pajaros en la cabeza, piensa que todo es cosa de llegar y recoger el Oscar. Su carrera como actor puramente realista empieza trabajando en la construccion y compartiendo casa con otros inmigrantes en uno de los peores barrios de Nueva York: cine social sin guionista ni camaras, en resumen. La casa que comparte es una especie de paraiso para pobres: todos se ayudan y se enzarzan en discusiones sobre todo lo discutible: mi pais es mas bonito que el tuyo, la mujer americana frente a la latina, o se puede decir no al sexo en nombre de una deuda de amor? La cuestion es hablar. Por eso, lo mejor del libro son las conversaciones entre Casagrande, el jefe de la tribu, y Eduardo. Casagrande es la experiencia y tambien la extravagancia mientras que Eduardo todavia esta lastrado por el provincianismo, la conciencia politica, y la sobrestima de su juventud. Las ensonaciones de este actor en ciernes no son algo aislado y sin sentido porque en Honduras se dejo a Miriam, una novia mas que platonicamente enamorada de James Bond. Entre ellos dos se construye-creo que en un ritmo mal sostenido-una fantasia cinematografica que les sostiene en el dia a dia-algo parecido a lo que ocurre en las novelas de Manuel Puig-y que, al contrario de lo que cabria esperarse, no les conduce al batacazo sino a una aceptacion de sus propias vidas; Miriam lo sintetiza muy bien cuando llega a conocer a Roger Moore, el actor que entonces encarnaba al agente 007: "entre James Bond y Moore, prefiero al humano." Si Miriam representa esa dosis de locura necesaria para ser la novia de un actor, Andrea, el ligue del seductor Eduardo en Nueva York, personaliza el sentido comun. Asi, con la ayuda de estos personajes femeninos, el autor da forma a un heroe que necesita tanto de la ficcion como de la realidad. Y no solo a un heroe, porque Miriam es transmisora de su concepto de la narracion. La literatura y el cine deben ser veloces: "cualquier cosa que no cumpliera con el requisito del movimiento, se convertia para ella no solo en aburrida sino inutil en la faz de la tierra." Asi, cabria deducir que Big Banana es veloz; lo parece, hay cambios de escenarios, multiples personajes, un poco de coca y un poco de guerra, tiene un pie en la calle y otro en el celuloide. Pero insisto en que su maximo interes esta en ese terreno de todos y de nadie, que es una gran burbuja, en forma de platano, del aire procedente de America Central. Un globo festivo que flota sobre una manzana grande. El Pais / Babelia p. 6. 13/01/2001. Juan Marin "En los anales de la literatura occidental, hemos tenido la gran Madre Rusia como metafora, el gran camino abierto de America como metafora, y ahora, con la novela de Roberto Quesada ''The Big Banana," tenemos a Hond"