ISBN-13: 9783844340303 / Hiszpański / Miękka / 2011 / 212 str.
Uno de los mayores retos de las sociedades ha sido el de lograr que la toma de decisiones politicas siga la logica de una legalidad formal y no la de la discrecionalidad en el ejercicio del poder. El grado de desarrollo institucional ha sido muy diverso a lo largo del mundo, pero ello no porque sea solo resultado de la simple irresponsabilidad de los actores politicos; para ciertas naciones, la adopcion de un proyecto de pais significo un enorme esfuerzo por instaurar modelos disenados para sociedades distintas lo que expreso un enorme desafio ante la existencia de practicas y valores tradicionales diseminados de muy diverso modo en un amplio territorio. Este trabajo aborda la relacion entre los poderes legislativo y ejecutivo durante la Republica Restaurada en Puebla, las cuales seguian la trama de los intereses de grupo, reproduciendo asi las caracteristicas propias del clientelismo. La puesta en practica de los principios del liberalismo y del Estado moderno significo un conflicto para las elites gobernantes pues se enfrentaron a la tarea de asentar reglas de convivencia formales en una sociedad que por siglos se habia reproducido bajo concepciones y cosmogonias diferentes.
Uno de los mayores retos de las sociedades ha sido el de lograr que la toma de decisiones políticas siga la lógica de una legalidad formal y no la de la discrecionalidad en el ejercicio del poder. El grado de desarrollo institucional ha sido muy diverso a lo largo del mundo, pero ello no porque sea sólo resultado de la simple irresponsabilidad de los actores políticos; para ciertas naciones, la adopción de un proyecto de país significó un enorme esfuerzo por instaurar modelos diseñados para sociedades distintas lo que expresó un enorme desafío ante la existencia de prácticas y valores tradicionales diseminados de muy diverso modo en un amplio territorio. Este trabajo aborda la relación entre los poderes legislativo y ejecutivo durante la República Restaurada en Puebla, las cuales seguían la trama de los intereses de grupo, reproduciendo así las características propias del clientelismo. La puesta en práctica de los principios del liberalismo y del Estado moderno significó un conflicto para las élites gobernantes pues se enfrentaron a la tarea de asentar reglas de convivencia formales en una sociedad que por siglos se había reproducido bajo concepciones y cosmogonías diferentes.